miércoles, 15 de septiembre de 2010

1.4 Ciencia y religión

El método científico experimental de nuestra época contemporánea, generalmente aparece en el pensamiento común de la sociedad como desvinculado totalmente del ámbito religioso, incluso se cree que ciencia y religión son incompatibles de manera radical para poder explicar el mundo de manera conjunta.

Pensamiento que puede estar sustentado en tres argumentos:
-         Argumento basado en la experiencia histórica: “caso Galileo”, o el debate sobre la teoría de la evolución de Darwin, que muestran las nefastas consecuencias de la intromisión teológica en asuntos científicos.
-         Argumento basado en la diferencia de método: donde afirman que la ciencia parte de la observación y avanza hacia una verdad desconocida. Al contrario la teología asume una verdad revelada y de ahí comienza a explicitarla.
-         Argumento basado en la diferencia de objeto: vienen a decir que la ciencia tiene por objeto la dimensión material de la realidad, es decir cosas concretas, mientras que la teología realidades o dimensiones espirituales. 

Primeramente es importante señalar los vínculos más claros existentes entre ciencia y religión, los cuales son de un carácter de talante socio-cultural:
-         La ciencia experimental nace en el siglo XVII en el seno de una Europa occidental cristiana.
-         Se habla de una supuesta matriz cultural cristiana que subraya una realidad suprema racional, creadora, ordenadora y sistematizadora del mundo y un hombre hecho a imagen y semejanza de aquella realidad suprema con posibilidad de conocer y dominar lo creado. Lo que da cuenta posiblemente del porque en otras culturas donde se dan progresos tecnológicos muy importantes, por ejemplo Egipto, Grecia, India, no surge un método sofisticado de experimentación. Debido quizá a la creencia en dioses caprichosos y una perspectiva en la cual el hombre era sumamente inferior a ellos.
-         Los pioneros de la ciencia experimental moderna compartieron la misma creencia religiosa. Johanes Keppler, Galileo Galilei, Isaac Nawton, Tycho Brahe.

La separación entre ciencia y religión proviene de la segunda mitad del siglo XVIII, con la aparición de corrientes como el positivismo, que absolutizan la ciencia y establecen prejuicios contra la religión como obstáculo para el desarrollo científico.
Prejuicio que proviene precisamente del “caso Galileo”, un problema que tiene que ver directamente con el nacimiento de la nueva ciencia experimental: Galileo enseñaba la teoría copernicana del heliocentrismo. En 1616 por encargo de la santa sede el Cardenal Belarmino le pide que se abstenga de enseñar el heliocentrismo como una verdad real y la manejara como una hipótesis matemática a lo que Galileo estuvo de acuerdo.
En 1632 al ser nombrado Papa una amistad de Galileo y sabiendo él, que compartía sus ideas, publica una obra en donde plasma un diálogo entre los dos grandes sistemas del mundo, el copernicano y el ptolemaico. Algunos enemigos de Galileo denunciaron su actitud e hicieron alusión de que en la obra incluso se burlaba de la autoridad papal.
Galileo tenía razón de que no había dificultad entre la explicación científica del heliocentrismo y lo que aparece en las sagradas escrituras.
No obstante, el tribunal de la inquisición condenó a prisión a Galileo en 1633, lo que significó una equivocación del tribunal. Sin embargo no llegó a prisión, puesto que abjuró y fue confinado a su domicilio.
Ahora, de aquí parece que parte el prejuicio de que la religión resulta un obstáculo para la ciencia, no obstante El 3 de julio de 1981, el Papa Juan Pablo II crea una comisión para la investigación de lo sucedido con Galileo, para que con los resultados se puedan identificar las equivocaciones cometidas en dicho caso. 
Anteriormente, con el Papa Pio XII, aparece una encíclica que da libertad para la investigación científica en materia de “evolución”:
“El magisterio de la iglesia no prohíbe que, según el estado actual de las disciplinas humanas y de la sagrada teología, se investigue y discuta por los expertos en ambos campos la doctrina del “evolucionismo”, en cuanto busca el origen del cuerpo humano a partir de una materia viviente preexistente”
Humani generis
Enciclica Papa Pio XII (1950)

Y también el Papa Juan Pablo II en un discurso sobre fe cristiana y evolución dice lo siguiente:
“La evolución presupone la creación y la creación se presenta a la luz de la evolución como un suceso que se extiende en el tiempo “como una creación continuada”…”
Discurso a estudiantes sobre “fe cristiana y teoría de la evolución” 1985
Juan Pablo II

Por otra parte en cuanto a la argumentación de que la ciencia se basa en un conocimiento inductivo, partiendo de hechos concretos, de la observación, avanzando hacia un nuevo conocimiento de carácter general, debe recordarse que dicho método dejo de ser el único, tal y como lo proponía el circulo neopositivista vienes, y también cuenta con un método Hipotético-deductivo, de donde se extraen conocimientos particulares de una hipótesis de carácter general.
El problema con la diferencia de objeto, solo se enfatiza y se vuelve inconexo, si no se reconocen realidades metafísicas o trascendentales y su valor epistemo-ontológico, es decir su valor para poder conocer, ver y explicar de manera integra la realidad.
Sólo por señalar que no existe esa separación rotunda que se afirma entre la ciencia y la religión puede mencionarse que dos de los paradigmas científicos más importantes de nuestro siglo están basados en las investigaciones pioneras en el campo de:
La teoría del Big bang, formulada hipotéticamente por primera vez, por un sacerdote católico belga de nombre George Lamaître.

Y en materia de Génetica, Gregor Mendel, monje agustino católico, estableció a través de sus experimentos las leyes de la herencia genética.

jueves, 9 de septiembre de 2010

1.3 El proceso de Hominización

La palabra hominización es utilizada por los biólogos para designar el proceso de la aparición del hombre, como ser psicosomático a partir de formas animales anteriores.

Las preguntas por nuestros orígenes encuentran su culmen de discusión, cuando se cuestiona el origen del hombre, resulta de un interés muy particular, no solo porque es el problema que más directamente nos afecta sino porque, si bien pertenecemos al nivel natural, como las demás especies, nos percatamos que por muchas facultades en nuestra estructura humana rebasamos ese nivel.

Pues bien, este problema de la hominización se plantea sólo hasta la aceptación de la idea de la evolución en los organismos. Como es bien sabido, la difusión de esta idea proviene de una de las obras escritas por Charles Darwin, que lleva por título El origen de las especies. Una obra que ejerció una influencia verdaderamente notable sobre las ideas y el ulterior desarrollo de la ciencia biológica.

No obstante, en El origen de las especies, Darwin aún no se atrevía explícitamente a argumentar de manera clara los orígenes del hombre, simplemente hacia mención que su obra podía dar luz sobre el problema del origen del hombre.

Fue hasta 1866 en que Ernest Haeckel publica “Morfología general” y posteriormente en 1868 publica “Historia natural de la creación”, obras donde se discute abiertamente la problemática de los orígenes del hombre.

Entonces, Darwin contribuye de manera positiva a la argumentación iniciada por Haeckel, publicando Sobre la descendencia del hombre, en la cual reúne material científico para probar indirectamente la descendencia del hombre. Dedica en esta obra un capítulo entero a analizar minuciosamente los factores de la hominización.    
 Con aquellos antecedentes  se dio un impulso a la investigación científica de la naturaleza que contribuyó a que en las ciencias naturales se impusiera la idea de una evolución de los organismos sin excluir al hombre.
Esto condujo a la exploración de los orígenes del hombre a partir de su evolución de organismos anteriores.

Lo que postulan las teorías evolucionistas es la existencia de un remoto antepasado común del que provendría tanto el hombre como los póngidos.

En la actualidad se discute todavía sobre la identidad y las características de dicho antepasado que sería común al hombre y a los simios antropoides, así mismo se cuestiona aun, sobre cuando se separaron las diversas líneas que culminan en las especies antropoides que hoy conocemos.

Existen varias hipótesis sobre la separación de las diferentes ramas, y estas son objeto de debate científico todavía.

En cuanto a la filogenia de los homínidos o el proceso de hominización, que conduce hasta el hombre actual, suele darse como válida la siguiente secuencia: 

Australopithecus – desde  hace 4 millones de años
Homo habilis – desde hace 2.5 millones de años
Homo erectus – desde hace 1.6 millones de años hasta hace 200.000 años
Homo sapiens – desde hace 130.000 años
El hombre actual – aproximadamente desde hace unos 30.000 años.


No obstante por lo que se refiere a un análisis minucioso y con lujo de detalles concretos, existen dificultades y diferencias de opinión entre los científicos.

Definitivamente el intento por reconstruir los orígenes del hombre genera dificultades enormes, sin embargo esto no impide la existencia de un consenso científico generalizado sobre la existencia del proceso en su conjunto.

La controversia que trae consigo el que la ciencia experimental desarrolle un enfoque tremendamente unilateral, basado en el estudio del hombre bajo el aspecto biológico-corporal (morfológico-anatómico), es precisamente el reduccionismo naturalista que ofrece una visión del hombre como algo puramente animal, dejando de lado el estudio integral del hombre en donde se comprenden sus realidades psíquicas y espirituales.

lunes, 6 de septiembre de 2010

1.2 El origen de la vida

El origen de la vida, también ha sido para el hombre una cuestión de suma importancia para su existencia, debido a que él forma parte de ese vasto mundo de seres vivos que pueblan el planeta tierra.


La pregunta fundamental por los orígenes de la vida puede ser planteada de diversas maneras y desde diferentes disciplinas: desde la teología, que responde la cuestión a partir de la narración creacionista aparecida en el libro del Génesis. Pasando por la especulación filosófica que la resuelve en base a dos posturas antagónicas que tradicionalmente se han denominado mecanicismo y vitalismo.
 
El mecanicismo postula una visión que, tal como su nombre lo indica, ve al cosmos de manera mecánica, es decir, todo lo que existe es una máquina que nada tiene de realidades supranaturales, sino que todo se encuentra a lo largo y ancho de la materia y en ella se encuentran procesos que generan los cambios a su interior.


Por otra parte, el vitalismo postula la existencia de una realidad metafísica (no material) que infunde a la materia su organización y sus procesos.


En la época contemporánea la explicación sobre el origen de la vida esta sustentada en el método experimental, el cual afirma tras una larga secuencia de experimentación, que la vida se originó debido a una evolución físico-química en la materia.


Propuesta por Alexander Oparin y John Haldane (entre 1924 y 1929), He aquí la explicación:
De acuerdo a la teoría hace unos 5000 millones de años la tierra acababa de formarse a partir de una nube de gas de hidrogeno. Al principio la temperatura de la tierra era extremadamente alta, pero poco a poco se fue enfriando y comenzaron a formarse los grandes océanos primitivos.
La atmósfera de la tierra era muy diferente a  su estado actual, predominaban el vapor de agua, el metano, el amoniaco, el dióxido de carbono y el nitrógeno, aunado a esto, todo tipo de radiaciones solares llegaban a la tierra, desde los rayos UV hasta los infrarrojos.

También había una gran cantidad de erupciones volcánicas y mucha energía producida por los truenos. En los océanos primitivos, llenos de elementos y compuestos inorgánicos comenzó la evolución bioquímica.
Las altas temperaturas facilitaron el medio adecuado para que las moléculas orgánicas se crearan. (Síntesis de los primeros compuestos orgánicos: carbohidratos, lípidos, aminoácidos).
Durante millones y millones de años estas sustancias se fueron combinando químicamente entre sí.

Posiblemente los primeros seres vivos eran muy semejantes a las bacterias. Estos seres primigenios fueron evolucionando hacia seres más complejos, hasta llegar a integrar organismos pluricelulares.


En 1953 Stanley Miller y Harold Urey intentaron reproducir en un laboratorio las condiciones sugeridas por Oparin y Haldane en su teoría. Lograron comprobar que a partir de los compuestos inorgánicos se formaban compuestos orgánicos.
De esta manera el método científico experimental resuelve la cuestión a la interrogante de la vida.
 


1.1 El origen del universo

Una de las mayores aportaciones de la ciencia contemporánea a las incógnitas del ser humano,  es su constructo teórico en relación al origen del universo. A través del método experimental, la ciencia hoy en día, logra dar una explicación sustentada en pruebas empíricas, acerca de cómo se originó el universo.

La teoría del big bang o la gran explosión, menciona que al principio de todo, la materia se encontraba concentrada en un estado de enorme densidad y temperatura, en un momento aquellas condiciones llevaron a la materia a una explosión de una magnitud enorme, como consecuencia de aquella explosión se produjo una expansión que fue seguida de  un enfriamiento progresivo. Aproximadamente para el primer segundo después de la explosión la temperatura oscilaba entre unos 10.000 millones de grados, para este momento solo había radiación y algunas partículas que interaccionaban de manera muy violenta. Posiblemente después de acontecidos tres minutos, el descenso de la temperatura permitió la nucleosíntesis que no es otra cosa más que la formación de núcleos de los metales más ligeros. Después de 300.000 años aproximadamente, al descender la temperatura en miles de grados fue posible la recombinación o formación de átomos; en este mismo instante la radiación se separa de la materia y se expansiona libremente. Mas tarde la fuerza natural gravitatoria provocó la condensación de grandes masas, en las que se produjeron reacciones termonucleares, formándose estrellas y galaxias, es en el interior de las reacciones nucleares ocurridos en las estrellas donde se producen los átomos más pesados, que se diseminan en el espacio y son el material a partir del cual se forman los planetas como la Tierra.       

En comparación con otras explicaciones cosmogónicas; es decir sobre el origen del universo, la ciencia contemporánea, basada en el método experimental, obtiene sus conclusiones a través de material empírico, que da cuenta de la actividad de la naturaleza, por medio de leyes y teorías, la ciencia de hoy logra una explicación coherente, elegante y  convincente sobre el origen del universo.

Las tesis cosmogónicas que anteceden a la teoría del Big Bang o Gran Explosión, como son las del ámbito religioso: La teoría creacionista, o del ámbito filosófico: propuesta por Kant y retomada por Laplace, la teoría de la nebulosa primitiva, apenas si son tomadas en cuenta, debido a la gran difusión que ha tenido el método científico experimental en el siglo XXI, como el más fiable en materia de conocimiento. No obstante debe quedar claro que la ciencia contemporánea no tiene porque dejar a un lado, tesis como la creacionista que corresponden a otro ámbito epistemológico.   

1. El método científico experimental

La ciencia contemporánea encuentra su momento de auge en la revolución científica del siglo XVII, que centra sus estudios en torno a la astronomía, a la mecánica y a las relaciones entre ellas. Comenzó cuando Nicolás Copérnico (1473-1543) propuso la teoría heliocéntrica según la cual la tierra no se encontraba inmóvil en el centro del universo, sino que es un planeta más que, como otros planetas del sistema solar, gira en torno al Sol
.
La física moderna se consolidó con Isaac Newton (1642-1727) en su obra Principios matemáticos de la filosofía natural, donde desarrollo la mecánica de modo completamente moderno y formuló la ley de la gravedad, que explica las trayectorias elípticas de los planetas en torno al sol y muchos otros fenómenos.


A partir de ello, el método científico experimental ha resultado ser una disciplina lo bastante solida para ofrecer respuestas ante las interrogantes humanas.


La naturaleza del método científico experimental puede resumirse en cuatro principales puntos:



1.                 Actividad humana dirigida hacia la búsqueda de conocimientos acerca de la naturaleza que permitan el dominio controlado de la misma.

2.                 Formula explicaciones teóricas que puedan ser sometidas a control experimental.
3.                 Los experimentos se plantean, realizan e interpretan con la ayuda de teorías.
4.                 Abarca descubrimientos empíricos, formulación de nuevas teorías, y la contrastación experimental de las hipótesis.