El arte contemporáneo como todo arte en la historia de la humanidad posee sus características propias, sus delimitaciones, y su finalidad. Hablar de arte contemporáneo significa implicar una numerosa diversidad de tendencias, desde donde la técnica hasta el tema mismo de la obra de arte, difieren en particularidades que pueden señalarse sutilmente.
Para poder entender y concebir la apreciación artística es necesario tener claros dos conceptos: lo que es arte y lo que es poesía.
Por arte debe entenderse toda actividad operativa, creadora o productora de la mente humana.
Por poesía puede entenderse aquella intercomunicación entre el ser interior de las cosas y el ser interior del yo humano y que es una especie de adivinación, otro nombre para aquello que Platón llamaba mousiké.
El nacimiento del arte contemporáneo comprendido en este análisis también como arte moderno, puede señalarse aproximadamente en el año de 1839 cuando aparece la fotografía, invención que influye notablemente en la orientación de la pintura.
El fotógrafo fue sustituyendo al pintor en muchas de sus facetas, retratista, ilustrador, etc. se genera debido a este problema una polémica al defender la pintura frente al procedimiento mecánico de la fotografía, y surgen así las diversas tendencias que a continuación se enumeran:
Realismo – Gustave Coubert
Impresionismo - Auguste Renoir y Claude Monet
Postimpresionismo – Vincent Van Gogh, Paul Gauguin
Puntillismo o divisionistas – Seurat, Signac, Cézanne
Fauvismo (total libertad)- Henri Matisse, Rouault.
Expresionismo (percepción interior) – Kandinsky, Edward Munch.
Cubismo – P. Picasso, Braque.
Dadaísmo (no lógica, no moral) – Marcel Duchamp, Man Ray.
Surrealismo – Tanguy, René Magritte, Miró y Dalí.
Arte no representativo – Mondrian, Malevich